Repara tu loza rota con arte tradicional japonés ¡es muy fácil!

Seguramente alguna vez se te ha caído al suelo una taza que amabas, tal vez un plato al que tenías mucho cariño porque era de tu abuela o esa ensaladera tan práctica. Y ¿qué has hecho con esa loza rota? Lo más probable es que la hayas botado, como hacemos todos.

Kintsugi o Kintsukuroi, platos reparados con arte japonés.
pinterest.com


Sin embargo, hay una técnica japonesa que, ya desde el Siglo XV, recupera estas piezas rotas reconstruyéndolas. Se llama Kintsugi, que significa “carpintería del oro” en japonés. Y es que este arte utiliza resina mezclada con oro, plata o bronce para rellenar las grietas de la loza o para volver a unir unos trozos con otros. Esta resina, al secarse, hace muy evidente el lugar de la fractura y eso es precisamente lo que convierte a estos objetos reparados en piezas únicas.

Juego de loza quebrado y reparado con Kintsugi.
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El Kintsugi surge en los tiempos de Ashikaga Yoshimasa, que gobernó Japón entre 1449 y 1473. Yoshimasa fue una figura importante en las raíces de la tradición japonesa, porque en su tiempo surgieron los primeros brotes de la cultura Higashiyama, muy influenciada por el budismo Zen, y de la que forman parte indispensable la pintura con tinta china, los arreglos florales conocidos como ikebana y la práctica de la ceremonia del té.

Para Yoshimasa ésta última era un rito fundamental. Un día dos de sus tazas favoritas se rompieron y las mandó a China para reparar. Se las devolvieron con unas antiestéticas grapas que deslucían por completo las piezas y Yoshimasa pidió a un artesano japonés que se esforzara por hacer una mejor reparación. El artesano rellenó las grietas con resina y oro, sin saber que estaba dando vida al Kintsugi. Pronto se convirtió en un arte con connotaciones más allá de lo material, pues la reparación tenía algo de espiritual, muy ligado al wabi-sabi, o capacidad de ver belleza en la imperfección. Esto le otorgaba al objeto reparado una esencia casi humana y un fuerte simbolismo a través de un mensaje: las cicatrices forman parte de la historia y no hay que ocultarlas.

El Kintsugi cobró tanta fuerza que había quienes rompían su loza a propósito sólo para poder repararla y hoy, muchas de las piezas reparadas valen más que otras iguales que nunca se rompieron.

Y como no, hay versiones modernas y creativas con otros materiales y para todo tipo de superficies.

Restauración de edificios con legos.
www.janvormann.com
Reparación de grietas en la calle con lana.
www.designboom.com
Cerámica intervenida.
www.tamsyntrevorrow.co.uk


Es muy probable que tú no quieras utilizar resina y oro para reparar tus lozas rotas y seguramente tampoco se vayan a revalorizar en el tiempo, pero sí podrás seguir utilizándolas y darles una nueva personalidad ¡es mucho más fácil de lo que crees! Sólo necesitas pintura dorada, pegamento y un poco de paciencia.

Kintsugi DIY.
acozykitchen.com


Pinta los bordes rotos de la cerámica con la pintura dorada y espera a que se seque. No tiene que quedar perfecto, de hecho, cuanto más desigual mejor será el efecto final. Después pon pegamento líquido en las partes rotas que acabas de pintar y únelos.

Kintsugi DIY.
Kintsugi DIY.
acozykitchen.com


Espera a que se seque ¡y listo! Ya no tienes excusa para botar esas tazas de loza rotas.


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