Estoy segura que cuando leas esto se te va a venir a la mente ese trozo de tela que tienes guardado en el closet. Y es que seamos sinceros: todos por ahí tenemos algunos retazos “por si llego a hacer esos cojines o por si me mando a hacer esa falda que vi en la revista”.
Y ahí está, planchado y doblado, esperando ver la luz.
¡Pero hoy te traigo buenas noticias! 5 proyectos decorativos en lo que puedes usar esa tela olvidada.
Consigue un lienzo, de esos para pintar, y fórralo. Puedes hacerlo con una engrapadora, tirando bien la tela y fijándola en la parte posterior. Otra alternativa es usar un trozo de madera y “acolcharlo” con napa.
Ponlo en un muro o sobre una repisa y ya tienes una gran pieza decorativa.
Usando la misma técnica de la opción anterior, crea una cabecera de cama personalizada. Mide el ancho del colchón y dale la altura que prefieras.
Si te aburre después de un tiempo, sólo tienes que cambiar el diseño y listo.
Si la tela que tienes es vaporosa y liviana, aprovecha de ponerla en el techo. Fija a un lado las puntas separadas y al otro extremos júntalas para darle movimiento.
Puedes ponerla sobre tu cama y darle un look oriental.
Si lo que tienes son retazos pequeños, de diferentes tamaños y diseños, córtalos en tiras y amárralos a un cordel.
Hazla lo suficientemente larga para crear una guirnalda y decorar tu escritorio o la pieza de tus hijos.
Un trabajo un poco más complejo, pero no por eso imposible de hacer.
No estamos hablando de tapizado 2.0, sino de uno más simple y realizable en casa.
Puedes usar una silla de madera antigua y pegar o engrapar la tela en su base y respaldo. Te aseguro que todos te preguntarán de dónde la sacaste.
Yo ya estoy buscando los trozos de tela que tengo por ahí. De seguro me animo con la última opción ¿Y tu?
¡Saludos!
Cony