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El producto denominado Acero Líquido que se encuentra en Sodimac es, esencialmente, un tipo de adhesivo epóxico de dos componentes (resina y endurecedor), a menudo reforzado con polvo metálico o minerales. Su principal característica es su capacidad para crear una unión extremadamente fuerte y rígida que simula las propiedades del metal una vez que ha fraguado por completo. Este producto se comercializa bajo varias marcas, pero su función principal es actuar como una "soldadura en frío", ideal para reparaciones rápidas y permanentes donde la soldadura tradicional no es viable o es demasiado complicada.
La versatilidad de este adhesivo epóxico es su mayor ventaja, ya que permite pegar, rellenar, sellar y reconstruir una gran variedad de materiales, no limitándose únicamente a los metales. Es altamente efectivo en uniones de acero, hierro, aluminio, cobre, bronce, hormigón, cerámica, vidrio, mármol y algunos plásticos (excluyendo aquellos de baja energía superficial como el polietileno o polipropileno). Es crucial destacar que, para que el adhesivo funcione correctamente, las dos partes (resina y endurecedor) deben mezclarse en proporciones iguales hasta obtener un color uniforme, generalmente gris, lo que indica que está listo para su aplicación.
En cuanto a sus aplicaciones específicas, el Acero Líquido es ampliamente utilizado en el sector automotriz para sellar y rellenar fisuras en componentes como cárteres, bloques de motor, tapas de válvulas, radiadores y tanques de combustible. En el hogar y la construcción, es ideal para reparar grietas o agujeros en cañerías metálicas, tanques de agua o gas, y para la reconstrucción de partes dañadas en piezas fundidas o maquinaria. Una vez curado, que puede ser en tan solo 5 a 10 minutos para la manipulación inicial y hasta 24 horas para la máxima resistencia, el material endurecido puede ser lijado, taladrado, limado y pintado.
Finalmente, las propiedades químicas del Acero Líquido le confieren una alta resistencia al impacto, a la tensión, y lo hacen impermeable. Además, soporta rangos de temperatura considerables (generalmente desde −10∘C hasta +180∘C o más, según el fabricante), así como la exposición a aceites, solventes y productos químicos. Estas características lo convierten en una solución de emergencia o permanente sumamente confiable para reparaciones complejas en ambientes agresivos. Es fundamental que, para lograr la máxima resistencia, las superficies a unir estén completamente limpias y libres de grasa u óxido antes de su aplicación. El proceso de curado es una reacción exotérmica que permite que el epoxi alcance una dureza de hasta 85 en la escala Shore D, una medida de la rigidez y resistencia del material. Esta rigidez es lo que le permite no solo pegar, sino también reconstruir secciones perdidas o desgastadas de piezas metálicas, recuperando así la geometría y funcionalidad original de la pieza, algo que un adhesivo común no puede lograr. Esta capacidad de relleno y reconstrucción estructural, junto con su resistencia química y mecánica superior a muchos metales no ferrosos, lo posiciona como un material esencial tanto para la ferretería especializada como para el mantenimiento industrial y doméstico.