Jacinto

Jacinto

El Jacinto (Hyacinthus orientalis), disponible en Sodimac generalmente en formato de bulbo, es una de las plantas de flor más apreciadas por su intenso y dulce aroma y sus vistosas espigas florales. Es una planta bulbosa perenne que, a pesar de tener una floración breve (aproximadamente dos a tres semanas), aporta una explosión de color y fragancia al final del invierno o principios de la primavera, lo que la convierte en una opción popular para decorar tanto interiores como exteriores. En Sodimac se encuentran a menudo en variedades de colores vibrantes como el azul, morado, rosado, blanco y amarillo.

Jacinto:

La clave para que el jacinto prospere reside en el manejo adecuado de su bulbo. Lo fundamental es asegurar un suelo ligero y con excelente drenaje, ya que el bulbo es extremadamente sensible al exceso de humedad y puede pudrirse fácilmente si se encharca. El jacinto requiere una ubicación con buena luz natural, prefiriendo el sol pleno o la semisombra. No obstante, si se cultiva en interiores, es crucial situarlo en un lugar luminoso pero fresco, evitando la exposición directa al sol o al calor excesivo, ya que esto aceleraría la apertura de la flor y acortaría su duración.

El riego debe ser moderado y constante durante su período de crecimiento y floración, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo, pero nunca saturado. Es una buena práctica esperar a que la capa superior de la tierra esté seca al tacto antes de volver a regar. En cuanto a la fertilización, se recomienda aplicar un abono específico para plantas con flor cada quince días durante la fase de floración (invierno-primavera), utilizando una solución a mitad de concentración para no sobrecargar el bulbo. Una vez que las flores se marchitan, es importante reducir drásticamente el riego y suspender el abono.

Después de la floración, el cuidado de las hojas es vital para asegurar una floración exitosa el próximo año. No se deben cortar las hojas mientras estén verdes, ya que es en ese momento que la planta realiza la fotosíntesis para almacenar energía y nutrientes en el bulbo. Solo cuando el follaje se haya vuelto completamente amarillo y seco se puede cortar a ras de suelo. Posteriormente, el bulbo puede desenterrarse, limpiarse y guardarse en un lugar fresco, seco y oscuro hasta el próximo otoño, cuando se replantará para iniciar un nuevo ciclo de floración. Alternativamente, si las condiciones del terreno lo permiten (buen drenaje), el bulbo puede dejarse en la tierra para que se "naturalice" y se multiplique con el tiempo.

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